domingo, abril 22, 2007

Reclamos sobre qué?

Estimados cursantes,

Los paros sin duda alteran el orden "esperado" para el curso de una materia.
Pero de ningún modo ése es el orden "natural" de las cosas.

El orden natural (siempre hablando de todo natural que puede ser el desenvolvimiento de las actividades sociales) debiera ser que los docentes hagamos nuestro trabajo y que se nos pague de modo acorde al trabajo que hacemos sin necesidad de que tengamos que reclamar por ello. Solo así los estudiantes tendrán docentes profesionales ocupándose de su tarea.

Más aun, en ese orden natural, los estudiantes también hacen su parte. Estudian, reclaman el cumplimiento del trabajo docente, reclaman coherencia, dedicación, profesionalidad, y esperan que el docente sea el especialista que los guía en la comprensión de la materia.

Ni bien una de las condiciones se altera, entonces todo se altera.
Esta vez estamos frente a un aparente reclamo salarial.
Es aparente porque hay cuestiones que no se hacen tan claras como se debería.

Es claro que todos los precios aumentan y los salarios se atrasan, esto no necesita mayor explicación.
En cambio, no siempre es claro que los docentes cobramos una cirta cantidad de la que solamente menos de la mitad es el sueldo básico, y que al final de nuestras carreras tenemos que hacer reclamos para poder cobrar a lo sumo el 82 % de esa mitad.

Menos claro aun es que si un docente se enferma en el Ciclo Básico Común, no tiene suplente.
Si tiene que hacer un tratamiento de quimioterapia, tiene licencia, pero no tiene suplente.

Eso significa que los estudiantes quedan virtualmente sin docente. Alguno de los demás docentes absorbe la tarea, se juntan las comisiones, y los estudiantes reciben una relación docente alumno peor todavía que la inicial.

También es poco claro que hubo muchas oportunidades en las que se nos garantiza que el suplente cobrará su sueldo, pero luego de tomar examen, aprobar y reprobar a los estudiantes de su curso, carga las notas en el sistema, y la universidad finalmente jamás le ha dado de alta como docente. En esos casos, varios de Uds habrían aprobado o "bochado" una materia con alguien que nunca perteneció a la Universidad.

Estos y muchos detalles más nos parecen un despropósito en el compromiso que la universidad debe asumir frente a Uds, los estudiantes.

Es por esto que a ambas partes, a Uds y a nosotros, se nos ha interrumpido el orden "natural" de nuestra relación profesional y académica.

Lo que está en juego no es si queremos ganar más.
Lo que está en juego es que Uds y nosotros queremos que se nos deje realizar nuestra tarea profesionalmente y con la responsabilidad adecuada. Con las preocupaciones puestas en el proceso educativo y no en la supervivencia o en la manera de "disimular" que un docente está en tratamiento, o está enfermo.

En este punto los docentes defendemos la Universidad que queremos tener.
Y no creemos que estemos reclamando por una universidad diferente de la que Uds esperan.


Un saludo cordial,
Hernán Miguel

lunes, abril 09, 2007

Protesta, muerte y protesta

Lamentablemente, este comienzo de cuatrimestre ha estado marcado por un episodio inadmisible.
Las protestas docentes han sido respondidas, y no resueltas, con una muerte inaceptable. Así, sin más trámite que una orden el problema llega a cruzar los límites de la cordura.

La respuesta a la protesta fue la represión, y el resultado de esa represión ocasionó otra respuesta en forma de una nueva protesta, esta vez no es el sueldo, es la recuperación de los límites. Hay límites para todo. Hay límites para los cortes de ruta, pero también hay límites para la manera en que se puede evitar un corte de ruta. No es cierto que todo vale. Si aceptáramos que no hay límites, habríamos renunciado a vivir en sociedad.

Los docentes de la cátedra adhieren al paro de mañana lunes, pero más profundamente queremos hacerles llegar el motivo de nuestra acción.
Sin reglas y sin límites, nuestro país no podrá seguir educándose.
Los límites son un contenido esencial que se aprende, se transmite, y se reflexiona acerca de su reformulación y de si son necesarios. Los límites no se pueden despachar como si su presencia o ausencia fuera un detalle más.

Hernán Miguel